La trufa, un hongo reconocido por su intenso sabor. Aclamada por los maestros culinarios y los paladares más gourmet, también es reconocida por sus propiedades en el ámbito de la cosmética, gracias a sus beneficios que aportan un efecto rejuvenecedor y antioxidante.
Contiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B, destacando la riboflabina (B2) y la niacina (B3), lo que contribuye a mejorar el aspecto de la piel. Se la considera el Botox natural debido a su contenido en antioxidantes, que protegen las células de la piel. Disminuye las líneas de expresión y favorece la producción natural de colágeno, indispensable para mantener un aspecto joven. Su efecto blanqueador reduce las manchas producidas por el sol, tonifica, suaviza y limpia las impurezas.
Y no sólo beneficia a la piel, sino que también cuenta con beneficios para todo el organismo, aporta minerales esenciales como hierro, calcio, selenio, magnesio y fósforo; mejora el sistema inmune ya que contiene vitamina C y vitaminas del grupo B, ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre y baja los niveles de colesterol.
Un manjar para el paladar, y un potenciador de tu belleza y tu salud.